Fin de año es una temporada de mucho estrés, porque además de ser una época festiva, es el momento donde realizamos un balance de lo que hemos logrado y de lo que no hemos cerrado aún, esto porque consideramos el mes de diciembre como un límite determinante.
Por eso, la sobrecarga de tareas para lograr nuestras metas provoca usualmente una tensión psicológica interna y eleva nuestros niveles de ansiedad o estrés. Además, aparecen diversos síntomas en nuestro organismo en diferentes niveles como un mecanismo de compensación:
A Nivel somático: dolores diversos, contracturas, tensión muscular, trastornos digestivos, disminución de las defensas, hipertensión arterial, cansancio extremo, etc.
A Nivel emocional: irritabilidad, insatisfacción, ira, fatiga, trastornos de ansiedad y del estado de ánimo.
A Nivel cognitivo: disminución de la atención y memoria, enlentecimiento de las funciones psíquicas superiores, bloqueos y problemas de rendimiento.
A Nivel conductual: aislarse de familiares y amigos, o incurrir en distintos tipos de abusos (trabajo, sustancias, medicamentos, alcohol, juego, comida, cigarrillo, etc.).
Para evitar esta serie de síntomas, te recomendamos realizar las siguientes acciones:
Practicar respiraciones en 3 tiempos. Respirar y exhalar por intervalos hace que el cerebro se relaje y se active el sistema parasimpático, dejando que el sistema simpático, el que está en alerta, pare de aumentar la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la frecuencia ventilatoria.
Plasmar en papel los objetivos que hemos cumplido en su totalidad y también parcialmente. Escribir ayuda al cerebro a relajarse porque le gusta tener una percepción objetiva de la realidad y tener mayor control sobre las situaciones. Esto genera que la incertidumbre se disipe y los niveles de estrés basal disminuyan, según menciona la neurociencia.
Mantener una alimentación equilibrada. El 90% de la serotonina es segregada en el intestino que es justamente el neurotransmisor del equilibrio emocional y el bienestar. Así que una alimentación pesada, como la de diciembre, puede desequilibrar el funcionamiento activo de nuestro cuerpo.
Dormir bien. En fin, de año hay muchas salidas y reuniones que hacen que sacrifiquemos nuestras horas de sueño, esto no es recomendable porque el cerebro no tiene el tiempo suficiente para eliminar todos los neurotóxicos presentes.
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