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Dormir mal en la infancia duplica el riesgo de psicosis en la adultez

Dormir mal en la infancia duplica el riesgo de psicosis en la adultez

Dormir bien es fundamental para el desarrollo físico y mental saludable de los niños, pero ¿sabías que la falta de sueño durante la infancia podría tener consecuencias mucho más graves de lo que se pensaba?


Si bien es totalmente normal que los niños sufran problemas de sueño en distintos momentos de la infancia, también es importante saber cuándo puede ser el momento de buscar ayuda. A veces, el sueño puede convertirse en un problema persistente y crónico, y aquí es donde vemos vínculos con enfermedades psiquiátricas en la edad adulta. 


Por ejemplo, la duración corta del sueño de manera persistente en la infancia está asociada con un aumento de más del doble del riesgo de desarrollar un trastorno psicótico en la edad adulta temprana.


Esto se debe, en primer lugar, a que la falta de sueño puede alterar la conectividad cerebral, es decir, que las diferentes partes del cerebro no se comunican tan bien como deberían, lo que puede predisponer a trastornos mentales.


Además, la falta de sueño crónica puede causar inflamación en el cuerpo y el cerebro, especialmente en la interleucina 6, una proteína del sistema inmunológico que regula la respuesta inflamatoria del cuerpo. Esta inflamación puede afectar negativamente el funcionamiento del cerebro y ya se ha relacionado con varios trastornos psiquiátricos, incluida la psicosis.


Por otro lado, dormir mal puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, haciendo que los niños tiendan a estar más irritables y ansiosos, contribuyendo en el largo plazo al desarrollo de trastornos mentales graves.


Así mismo, el sueño insuficiente puede alterar los niveles de neurotransmisores en el cerebro que regulan el estado de ánimo y el comportamiento, aumentando no solo el riesgo de psicosis, sino también de otros problemas de salud mental como la ansiedad, la depresión y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).


Por eso, comprender el papel del sueño en los primeros años de vida es crucial, no solo para evitar que la falta de sueño interfiera con la consolidación de la memoria, la regulación emocional y el desarrollo cognitivo en la infancia, sino también para prevenir trastornos psiquiátricos graves, como la psicosis, en la adolescencia y adultez.


Para los padres, es esencial fomentar buenos hábitos de sueño desde una edad temprana. Esto incluye establecer rutinas regulares para la hora de acostarse, limitar el tiempo frente a las pantallas antes de dormir, crear un ambiente tranquilo y oscuro para dormir, y evitar alimentos y bebidas con cafeína, como refrescos y chocolate, cerca de la hora de acostarse.


Si se observan dificultades crónicas para dormir, o si tienen sospechas de que sus hijos o familiares cercanos pueden estar sufriendo de algún trastorno, o ya han sido diagnosticados y desean tratarse, no dudes en solicitar una cita con nosotros en nuestra sección de “Contacto”, o comunícate a  nuestro “WhatsApppara llevarte directamente con un asesor.


Para más información relacionada con salud mental, consulta nuestra sección de noticias.



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