Ya acabó la temporada de fiestas y empezaron oficialmente las vacaciones de verano.
Sin embargo, este periodo de tiempo puede representar todo un desafío para los niños que portan TDAH. Durante las vacaciones, es natural que los niños se levanten más tarde, tengan más tiempo libre para jugar y distraerse. Sin embargo, esta pausa no puede ser aplicada de la misma forma para todos los niños, sobre todo para los niños con TDAH, pues ello significaría un retroceso en el tratamiento que se esté aplicando.
¿Cómo afecta el TDAH al cerebro de los niños?
Algunas zonas del cerebro de los niños que poseen TDAH tienden a desarrollarse con más lentitud a comparación de los niños que no poseen TDAH. Ello no significa que el niño sea menos inteligente, simplemente hay determinadas áreas de su cerebro que tardan más tiempo en formarse adecuadamente. Las estructuras del cerebro necesitan trabajar juntas para hacer cosas como concentrarse y/o alternar el foco de atención, para poder leer o escribir. Sin embargo, debido a la lentitud con la que se desarrollan las redes neuronales que conectan estas estructuras, es natural que se generen problemas para realizar este tipo de actividades para los niños con TDAH.
Al respecto, en los niños con TDAH el cerebro tarda más tiempo en “desconectar” la actividad en la Red de Modo Predeterminado, que es la responsable de mantenerse conectado a un estímulo atencional determinado. Es por ello que es común identificar problemas de atención, cuando el niño se queda “pegado” o “ausente” observando un objeto que pereciera sin importancia.
¿Qué se suele hacer para tratar el TDAH?
Para tratar el TDAH es muy importante la asistencia a sesiones de terapia y la consulta con psicólogos y psiquiatras profesionales que puedan brindar asesoramiento y nociones exactas de cómo tratar al menor en cada caso específico. Un trabajo coordinado con la familia del niño con TDAH permitirá establecer una serie de rutinas que estructuren y organicen la vida del menor. La finalidad de una rutina o estructura es garantizar un buen equilibrio entre actividad y descanso, entre estimulación física y mental, y entre actividades que permiten al niño desarrollarse como individuo y adoptar habilidades sociales y de convivencia con sus semejantes.
Cuando hablamos de hábitos y rutinas hablamos de automatización de conductas; los niños con TDAH tienen muchísima dificultad para automatizar conductas. Es por ello que durante las vacaciones de verano es muy importante mantener las estructuras preestablecidas. Durante el verano, traten de mantener horarios para actividades que se realicen durante las vacaciones muy similar al horario de clases escolar. La idea es que mantengan el mismo ritmo, pero realizando actividades recreativas. A su vez, traten, al menos, de darle continuidad a una de las actividades que se realizaban durante el periodo de clases para que el cambio no sea tan radical. De esta forma, el niño se mantendrá entretenido durante las vacaciones y podrá seguir con su tratamiento efectivamente.
Para más consejos como este, o si deseas un diagnóstico acorde a la situación específica de tu hijo o hija, puedes contactarnos. En INA somos especialistas en el tratamiento de casos de TDAH a toda edad.
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