Uno de los mitos más extendidos en neurociencias es que únicamente usamos un 10% de nuestro cerebro, pero la realidad es que lo usamos todo, incluso cuando no estamos haciendo nada. ¿De dónde viene este mito? No se sabe a ciencia cierta, pero se asocia con algo que escribió William James un psicólogo y sociólogo estadounidense que a finales del siglo XIX e inicios del XX escribió que como regla general hacemos uso de una pequeña parte de nuestras capacidades físicas y mentales.
Posteriormente, en los años 30 algunos neurocirujanos observaron que había algunas áreas del cerebro que cuando las estimulan eléctricamente no generaban ninguna respuesta del cuerpo y, por lo tanto, pensaban que eran zonas que no tenían ninguna función sino que se trataba de una zona ociosa de la corteza cerebral. Hoy en día sabemos que estas áreas tienen funciones, solo que estas funciones no se asocian a mover ninguna parte del cuerpo.
¿Cómo sabemos que no usamos el 10% de nuestro cerebro sino el 100% del mismo?
Mediante técnicas de neuroimagen, como la resonancia magnética funcional, podemos identificar que todo nuestro cerebro se activa, incluso cuando estamos descansando. En reposo hay algunas regiones del cerebro que se activan, que en conjunto se le conoce como red de reposo porque, lo queramos o no, siempre estamos pensando en algo, ya sea el pasado, el presente o el futuro. Incluso cuando practicamos técnicas de mindfulness estamos concentrados en nuestra respiración o en el contacto de nuestro cuerpo con la silla en la que estamos sentados. Nuestro cerebro nunca está apagado, incluso cuando dormimos está activo.
Otra observación a partir de la cual podemos deducir que lo del 10% es un mito es que cuando una persona sufre daño cerebral eso suele tener consecuencias bastantes graves y eso sería muy poco probables si solo usáramos el 10% del cerebro. Si este fuera el caso, cualquier daño cerebral que sufriéramos prácticamente no tendría síntomas. Por otro lado, tampoco tiene sentido desde el punto de vista evolutivo tener un órgano que está desperdiciando un 90% sobre todo si tenemos en cuenta que a pesar de ser un órgano que únicamente representa el 2% de la masa corporal, emplea el 20% de la energía que generamos.
¿Por qué persiste la idea de que solo usamos el 10% de nuestro cerebro?
A pesar de que los científicos tienen claro de que usamos todo el cerebro, la cultura popular sigue perpetuando el mito de que solo usamos el 10% de él. Por ejemplo la película Lucy, protagonizada por Scarlett Johansson, se basa en este mito. El problema es que mucha gente cree que esto es verdad, incluso profesores. Un estudio del 2022 demostró que hay un 46% de profesores en Holanda que creen que este mito era cierto. Quizás este mito sea popular porque nos da esperanza en que tenemos un potencial enorme que podría ser destapado si aprendemos las técnicas necesarias para usar el 100% de nuestro cerebro.
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